lunes, 22 de abril de 2013

Semana 38

Semana 38

Según el libro, esta semana el bebé ya pesa alrededor de 3 Kg y mide sobre los 45cm.

Está recubierto por una capa de grasa (el vermix) que le ha protegido durante todo el embarazo, sin la cual se hubiera arrugado extremadamente por estar tanto tiempo en el agua. Esta capa de grasa se empieza a deshacer en el líquido amniótico y permanece en suspensión. Al nacer, recomiendan dejarla (sin lavarla y sin quitarla) durante los primeros días: le proporciona hidratación a su piel tan delicada, es una barrera para posibles infecciones, así como protección para el cambio de temperatura que hay dentro del líquido amniótico (unos 37ºC) vs la temperatura exterior (20-25ºC).

Como véis, la barriga sigue a tope pero no parece que esté bajando. A la que se acerque el parto deberá situarse más baja.



Jueves 18/04 tuvimos visita de gine (38s + 2d). Nos hicieron monitor. Como me recomendó el médico la semana pasada, tomé un plátano antes de entrar a la consulta. María estaba alrededor de las 150 rpm!!! La línea de abajo iba marcando mis contracciones. Se distinguen muy bien, pero no siento ningún dolor. No son constantes ni de duración homogénea, por lo tanto no hay que preocuparse.
En el tacto, la gine comentó que el cuello del útero sigue cerrado, pero es blandito. Por lo que en cualquier momento podría reblandecerse, acortarse y empezar la dilatación.

De momento:  visita el próximo jueves 25/04.

Después de la cita con el ginecólogo tuve otra visita con una doctora que me hizo un tour por la clínica, para conocer por dónde tenermos que entrar el día del parto, adónde dirigirnos, la zona de espera o de pre-parto, la sala de partos, los quirófanos en caso de cesárea, la planta de habitaciones, la nurserie... ¡Ha sido muy interesante!

Cuando estábamos en la zona de las salas de parto, de una de ellas han salido unos papás con su bebé recién nacido. Me ha chocado mucho ver a la mamá de lo más tranquila, relajada y bien!!! La doctora me ha comentado que el trabajo de pre-parto, contracciones y dilatación puede ser algo más dolorosa y por lo general, largo; pero una vez te ponen la anestesia epidural, todo se alivia y no se siente el dolor. Con lo cual, el parto puede ser cansado y agotador, pero no debería ser doloroso. En cualquier caso, la recompensa es inmensa y te hace olvidar todo lo anterior.

Y ahora os pongo una foto que a más de uno le hará gracia: mi nueva forma de planchar. Antes ya planchaba sentada. Ahora he sustituido el asiento por la pelota de pilates. ¡Fortalecer el suelo pélvico y poner al día la ropa de María, dos en uno!



¡Muchas Felicidades a Eli y su familia! Txell ya está en casa ;-)


¡Hasta dentro de unos días!
Bs,
Laura

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